La fascitis
plantar es una inflamación del tejido conectivo que viaja en la parte inferior
del pie desde el talón hasta la parte delantera del mismo. También puede ser
conocido como un espolón en el talón, aunque no son lo mismo. Usted puede
experimentar dolor en el talón o en su arco, lo que generalmente empeora por la
mañana, y que va mejorando cuando se dan unos pocos pasos. El dolor puede ir y
venir durante todo el día. Entonces, ¿qué está causando esto?
Nuestra tendencia es localizar la fuente del dolor y, a continuación,
frotar, golpear, calentar, enfriar o inyectar, etc. Mientras que cualquiera de
ellos puede ser eficaz, lo que se esta tratando es el resultado final, y no el origen del problema.
La causa más
común de la fascitis plantar es una subluxación (desalineación) de las
articulaciones en la mitad inferior de su cuerpo. Lo primero que piense es “los
huesos de mis pies están bien alineados?”. ¡Ah, ah, ah … Tenemos que ir más
arriba en la cadena. Aunque la fuente de la desalineación puede estar en el
pie, es significativamente más común que la subluxación este en la zona lumbar
o la pelvis. Cuando la zona lumbar o la pelvis se desalinean, se altera la
marcha (caminar o correr). Esto hace 2 cosas: cambia la longitud de las piernas
y esto conduce a diferencias en la longitud muscular.
Esto lleva a una tracción excesiva sobre la fascia
plantar debido a la mecánica alterada. Una pierna se alarga, se reduce la
flexión dorsal del pie, el tendón de Aquiles se pone tenso, el arco del pie
comienza a aplanarse, esto crea una mayor distancia entre la tensión de la
punta y el talón y así aumenta la fascia plantar . Si esta tensión añadida en
el plano frontal no disminuye, el cuerpo comienza a cambiar el tejido blando de
la fascia en un tejido más fuerte, el hueso: Voila! El espolón calcáneo se desarrolla en la parte frontal del hueso
calcáneo del talón, porque es donde se inserta la fascia y es su eslabón más
débil. Un espolón en el talón no puede ser eliminado, excepto por la cirugía, por lo cual es imprescindible recibir el
tratamiento adecuado en el inicio de los síntomas para prevenir la formación de
espolón.
Los tratamientos médicos más importantes son la cirugía y las
inyecciones de cortisona. No necesito decirte las complicaciones asociadas con la
cirugía. Cortisona, por otro lado es un esteroide. Como con cualquier otro uso
de esteroides, puede causar niveles elevados
de glucosa y asi llevar a la diabetes,
osteoporosis, cambios de personalidad tales como la
ansiedad o la depresión, y aumento en la probabilidad de enfermedad o
infección.
Esto es lo que debe hacer si usted comienza a
sentir los síntomas de la fascitis plantar:
1. Ajústese: si la pelvis o
la espalda baja está fuera de alineación, usted está poniendo un mayor estrés
en el pie, no podrás disfrutar plenamente de suministro adecuado de los nervios
a los músculos del pie y la pierna, y su biomecánica para caminar/correr puede
ser disminuida. Este paso es crítico, ya que llega a la causa del problema y no
sólo a enmascarar los síntomas.
2. Llene una botella de agua pequeña con agua y congélela. Luego, sáquela y hágala rodar bajo la planta del pie, de adelante hacia atrás. Esto hace 3 cosas: rompe el tejido de cicatriz que se ha formado y el hielo reduce la inflamación y el dolor disminuye.
2. Llene una botella de agua pequeña con agua y congélela. Luego, sáquela y hágala rodar bajo la planta del pie, de adelante hacia atrás. Esto hace 3 cosas: rompe el tejido de cicatriz que se ha formado y el hielo reduce la inflamación y el dolor disminuye.
3. Tome aceites omega-3: de pescado o el aceite de krill son el
más natural anti-inflamatorio.
4. Pruebe una talonera de gel: Esto le da a su talón alivio y
disminuye la tensión de la fascia
plantar.
5. Estire la
fascia plantar: Para ello, doblar los dedos de los pies de regreso hacia la tibia.
6. Estire el tendón de Aquiles: Para ello, ponga su pie con los
dedos contra una pared o un mueble y a continuación inclínese hacia adelante hasta que sienta un
estiramiento en la pantorrilla.
IGNACIO G. DÍAZ
LIC. EN KINESIOLOGÍA Y FISIATRÍA
QUIROPRÁCTICO
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