La vertebra Atlas es el punto neurálgico de todo el sistema. La encontramos ya en la mitología griega: el titán Atlas que es castigado a llevar el peso del mundo sobre sus espaldas durante toda la eternidad. Como personaje mitológico, la primera vértebra cervical ha sido llamada Atlas, dado que sostiene el peso de toda la cabeza.
En presencia de una desalineación del Atlas, la comunicación interactiva entre el cerebro y el resto del cuerpo está alterada y se crea un déficit neurológico. La anatomía de la columna cervical se puede paragonar a un mecanismo de precisión: el mínimo alejamiento del Atlas de su sede anatómico-fisiológica correcta puede tener repercusiones negativas en todo el aparato músculo-esquelético, circulatorio, neurovegetativo (parasimpático) y en el cuerpo en general.
Esta desalineación puede estar presente desde el nacimiento y empeora en caso de traumas, como por ejemplo un latigazo cervical.
La cabeza se apoya sobre el Atlas con un peso no indiferente de aproximadamente 5-6 Kg. Ante un Atlas desalineado el cráneo apoya de modo no perpendicular sobre la columna vertebral.
Esta situación provoca un desplazamiento del centro del cuerpo y, por tanto, un desequilibrio de la cabeza a los pies, con la consiguiente formación de bloques articulares y disfunciones músculo-esqueléticas. Una parte del cuerpo está más cargada que la otra y este es también el motivo por el que los dolores se concentran generalmente sobre un lado.
Este desequilibrio se puede medir con la ayuda de dos balanzas comunes que pueden indicar una diferencia de peso incluso de 15 Kg. entre una pierna y la otra. Según el tipo de desalineación, es posible además que la cifosis o la lordosis fisiológica de la espina dorsal, se acentúen excesivamente o, por el contrario, desaparezcan.
Las consecuencias del Atlas desalineado
Incluso cuando el cráneo apoya sobre un Atlas mal alineado, los ojos están obligados igualmente a mantener la propia alineación con el horizonte. De esto se deriva que los ligamentos y los músculos de la zona sub-occipital resulten constantemente en tensión, tratando continuamente de compensar la alineación de la cabeza; el resto de la columna vertebral, por consiguiente, se curva. (¡prueba a correr con la cabeza inclinada de lado!) Este estrés permanente puede provocar contracturas, espasmos musculares y dolores, sobre todo si los músculos están poco alineados; sobrevienen entonces los problemas cervicales, cefalea tensional o muscular, los vértigos, la torticolis, la rotación o flexión de la cabeza dolorosa o limitada. En esta condición, puede resultar de utilidad el consejo del medico de ¡alinear y reforzar la musculatura cervical! No esta mal lo que dice el medico pero EN PRIMER LUGAR sería preferible resolver el problema de raíz, eliminando el desequilibrio que es la causa principal de todos esos problemas.
La posición del Atlas influye en todo el cuerpo. La desalineación del Atlas puede causar, en una reacción a cadena, asimetrías en todo el esqueleto, tales como un hombro más alto que otro con dolores en el omoplato, escoliosis, pelvis inclinada con el consiguiente peligro de formación de hernias discales (discopatías), dolor de espalda, dolor de cadera, de rodilla y, eventualmente, del pie.
Cuando la postura correcta resulta comprometida, se desarrollan contracturas musculares permanentes que, además de producir dolor, pueden bloquear otras vértebras de la columna (subluxaciones). Las consiguientes subluxaciones, por su parte, pueden crear presiones sobre algunas raíces nerviosas que, con el paso del tiempo, terminan por irritarse. Para curar la irritación, los médicos utilizan cada vez más frecuentemente la cortisona, un medicamento muy útil pero que a largo plazo produce efectos secundarios importantes.
La vértebra Atlas influencia el equilibrio de todo el esqueleto y ¡es directamente responsable de una postura correcta!
IGNACIO G. DÍAZ
LIC. EN KINESIOLOGÍA Y FISIATRÍA
QUIROPRÁCTICO
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